Muchas personas dicen que no pueden disfrutar del día de hoy a causa de algo que sucedió en el pasado.
Como antes no hicieron algo, o no lo hicieron de cierta manera, no pueden vivir plenamente el ahora.
Como ya no tienen algo que tuvieron, no pueden disfrutar del presente.
Porque en el pasado alguien los hirió, ahora no quieren aceptar el amor.
Como una vez que se comportaron de cierta manera les sucedió algo desagradable, están seguros de que volverá a sucederles si actúan de ese modo.
Porque una vez hicieron algo de lo cual se arrepienten, se consideran para siempre malas personas.
Alguien les hizo una mala pasada en una ocasión, y ahora están seguros de que su vida no es lo que ellos quisieran por culpa de aquella persona.
Porque en el pasado una situación los indignó, ahora se aferran virtuosamente a aquella indignación.
Debido a alguna antigua experiencia en que se sintieron maltratados, jamás han querido perdonar ni olvidar.
Lo que muchas veces nos negamos a reconocer, es que aferrarnos al pasado haya sido lo que haya sido y por más terrible que fuera, sólo sirve para hacernos daño.
Si nos negamos a vivir plenamente el momento presente, sólo nos hacemos daño a nosotros mismos.
El pasado pasó, pertenece al ayer y no es posible cambiarlo. Este momento es el único en que podemos vivir.
Hasta cuando nos quejamos del pasado, nuestro recuerdo de él se da en el presente, y en el proceso nos estamos perdiendo la verdadera vivencia de este momento.
Louise Hay
Un Abrazo y que Dios derrame sobre ti, muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Colaboraciòn: Sofìa Rodrìguez